
 Corrían los años 80 en la oscura ciudad de las diagonales. El prestigioso odontólogo Roberto Carlos Pernía, también conocido como “el asesino del yeso”, vivía una infancia marcada por la exigencia desmesurada y el maltrato cruel de sus progenitores.
Según un expediente recuperado de la fiscalía tercera, ya en su adultez, Pernía experimentó con la tortura, la vejación, el canibalismo y prácticas de enyesamiento con algunos de sus pacientes, donde replicaba sus crudas vivencias del pasado, una búsqueda que lo convertiría en uno de los asesinos más crueles de la historia de la ciudad de La Plata.
Después de una larga e intensa cacería, el doctor fue capturado e interrogado mediante un novedoso sistema para la extracción de la verdad.
Si bien este método no arrojó los resultados esperados, el caso del siniestro dentista culminó en un juicio abreviado a cargo de destacados miembros locales.

Aclaración: la obra propone al espectador circular por diferentes espacios escénicos.


Corrían los años 80 en la oscura ciudad de las diagonales. El prestigioso odontólogo Roberto Carlos Pernía, también conocido como “el asesino del yeso”, vivía una infancia marcada por la exigencia desmesurada y el maltrato cruel de sus progenitores.  
Según un expediente recuperado de la fiscalía tercera, ya en su adultez, Pernía experimentó con la tortura, la vejación, el canibalismo y prácticas de enyesamiento con algunos de sus pacientes, donde replicaba sus crudas vivencias del pasado, una búsqueda que lo convertiría en uno de los asesinos más crueles de la historia de la ciudad de La Plata.  
Después de una larga e intensa cacería, el doctor fue capturado e interrogado mediante un novedoso sistema para la extracción de la verdad.  
Si bien este método no arrojó los resultados esperados, el caso del siniestro dentista culminó en un juicio abreviado a cargo de destacados miembros locales.  
  
Aclaración: la obra propone al espectador circular por diferentes espacios escénicos.

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